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    Hace 11 años

martes, 5 de abril de 2011

05 de abril

1588
Nace Thomas Hobbes, filósofo y teórico político inglés.
 
Thomas Hobbes
     Thomas Hobbes (5 de abril de 1588 – 4 de diciembre de 1679), fue un filósofo inglés, cuya obra Leviatán (1651) estableció la fundación de la mayor parte de la filosofía política occidental. Es el teórico por excelencia del absolutismo político.
     Es recordado por su obra sobre la filosofía política, aunque también contribuyó en una amplia gama de campos, incluyendo historia, geometría, teología, ética, filosofía general y ciencia política.
 
     Más tarde diría respecto a su nacimiento: "El miedo y yo nacimos gemelos", dado que su madre dio a luz de forma prematura por el terror que infundía la Armada Invencible española acercándose a las costas británicas.
 
     Ha sido considerado a lo largo de la Historia del pensamiento como una persona oscura, de hecho en 1666 en Inglaterra se quemaron sus libros por considerarle ateo. Posteriormente, tras su muerte, se vuelven a quemar públicamente sus obras. En vida Hobbes tuvo dos grandes enemigos contra los que mantuvo fuertes tensiones: la Iglesia de Inglaterra y la Universidad de Oxford. La obra de Hobbes, no obstante, es considerada como línea de ruptura con la Edad Media y sus descripciones de la realidad de la época son brutales. Estuvo siempre en contacto con la Real Sociedad de Londres, sociedad científica fundada en 1662.

     En su tratado más famoso, Leviatán (1651), Hobbes señaló formalmente el paso de la doctrina del derecho natural a la teoría del derecho como contrato social. Según este filósofo inglés, en la condición de estado de naturaleza todos los hombres son libres, y sin embargo viven en el perpetuo peligro de que acontezca una guerra de todos contra todos (bellum erga omnes). Desde el momento en que la sumisión por contrato de un pueblo al dominio de un soberano abre una posibilidad de paz, no la verdad, sino el principio de autoridad (en tanto que sea garante de la paz) constituye el fundamento del derecho.

Fuente: Wikipedia.org


1908
Nace la actriz de cine estadounidense Bette Davis.
Bette Davis     Bette Davis (Lowell, Massachusetts; 5 de abril de 1908 – Neuilly, Francia; 6 de octubre de 1989), pseudónimo de Ruth Elizabeth Davis, fue una actriz de teatro, cine y televisión estadounidense; Se le considera uno de los principales Mitos del Séptimo Arte. Conocida a veces con el apelativo de «la Reina de Hollywood» y «La Primera Dama del Cine en Blanco y Negro», acaparó 10 candidaturas al Óscar a la mejor actriz, premio que ganó en dos ocasiones. Sus interpretaciones están caracterizadas por sus ojos embrujantes, su desenvolvimiento intenso y profundo y su presencia hechizante, que «llenaba la pantalla» a pesar de su diminuta estatura.
 
     El American Film Institute la nombró la segunda mejor actriz de todos los tiempos.
 
Filmografía
 
    * Bad sister (1931)
    * Semilla (Seed) (1931)
    * El puente de Waterloo (1931)
    * Way back home (1932)
    * La estatua vengadora (1932)
    * Casa correcional (1932)
    * La oculta providencia (1932)
    * So Big (1932)
    * The rich are always with us (1932)
    * The dark horse (1932)
    * Esclavos de la tierra (1932)
    * Tres vidas de mujer (1932)
    * Veinte mil años en Sing-Sing (1933)
    * Los gángsters del aire (1933)
    * Se necesita un rival (1933)
    * Ex-Lady (1933)
    * Los desaparecidos (1933)
    * El altar de la moda (1934)
    * The big shakedown (1934)
    * Jimmy the gent (1934)
    * Fog over Frisco (1934)
    * Cautivo del deseo (1934) - Nominada al Óscar
    * Peligrosa (1935) - Óscar a la mejor actriz
    * Barreras infranqueables (1935)
    * El bosque petrificado (1936)
    * Kid Galahad (1937) - Copa Volpi a la mejor interpretación en Venecia
    * La mujer marcada (1937)
    * Las Hermanas (1938)
    * Jezabel (1938) - Óscar a la mejor actriz
    * Amarga victoria (1939) - Nominada al Óscar
    * Juarez (1939)
    * La Solterona (1939)
    * La vida privada de Elizabeth y Essex (1939)
    * El cielo y tú (1940)
    * La Carta (1940) - Nominada al Óscar
    * La Loba (1941) - Nominada al Óscar
    * La extraña pasajera (1942) - Nominada al Óscar
    * El hombre que vino a cenar (1942)
    * Como ella sola (1942)
    * Alarma en el Rhin (1943)
    * Vieja amistad (1943)
    * El Señor Skeffington (1944) - Nominada al Óscar
    * The Corn is green (1945)
    * Una vida robada (1946)
    * Decepción (1946)
    * Más allá del bosque (1949)
    * Eva al desnudo (1950) - Nominada al Óscar, premio de interpretación en Cannes
    * Another man's poison (1951)
    * La estrella (1952) - Nominada al Óscar
    * El favorito de la Reina (1955)
    * Banquete de Bodas (1956)
    * Un gángster para un milagro (1961)
    * ¿Qué fue de Baby Jane? (1962) - Nominada al Óscar
    * ¿Adónde fue el amor? (1964)
    * Canción de cuna para un cadáver (1964)
    * A merced del odio (1965)
    * Lo scopone scientifico (1972)
    * Pesadilla diabólica (1976)
    * Muerte en el Nilo (1978)
    * Los pequeños extraterrestres (1978)
    * The Watcher in the Woods (1980)
    * Cuando muere el verano (1986)
    * Las Ballenas de agosto (1987)
    * La bruja de mi madre (1989)

 
1912
Carlos GuastavinoNace en Santa Fe el pianista y compositor Carlos Guastavino, autor de obras como "Se equivocó la paloma" y "La tempranera", que alcanzaron gran difusión. Sus obras son mundialmente ejecutadas por cantantes y pianistas extranjeros de gran nivel. Falleció el 28 de octubre de 2000.
 
     Su estilo musical fuertemente influenciado por el romanticismo del siglo XIX lo llevó a mantener distancia de los compositores modernistas argentinos, como por ejemplo Alberto Ginastera. Dicho aislamiento de los movimientos modernos y vanguardistas, así como su éxito al crear una música nacional atractiva empleando un lenguaje romántico, le convirtieron en un modelo para la generación de autores de música popular y folclórica argentina de 1960, quienes aplicaron muchas de las innovaciones de Guastavino en su propia música.
 

 
 
1916
Nace en California, EE.UU., el actor y productor Gregory Peck.
 
Gregory Peck
      Eldred Gregory Peck (La Jolla, California, Estados Unidos, 5 de abril de 1916 - Los Ángeles, California, 12 de junio de 2003), conocido como Gregory Peck, fue un actor del cine clásico estadounidense ganador del premio Óscar.
     Nació en San Diego (California) en medio de la comunidad de La Jolla, hijo de Gregory Pearl Peck, un farmacéutico de ascendencia armenio-irlandesa y Bernice Mae Ayres, de ascendencia escocesa. El padre de Peck era católico y su madre se convirtió al catolicismo después de casarse. A pesar de ese estricta vida centrada en el catolicismo, sus padres se divorciaron cuando él era aún muy niño y su infancia transcurrió en compañía de su abuela, una gran aficionada al cine. De padre farmacéutico, se propuso estudiar Medicina, pero abandonó la idea en la Universidad de Berkeley, cuando descubrió su vocación por la interpretación en el grupo de teatro de la facultad. Fue a actuar y a estudiar interpretación a Nueva York, en la famosa Neighborhood Playhouse. En 1941 debutó en el teatro, en Broadway, con obras como The morning star o The Willow and I.
FILMOGRAFÍA
    * Días de gloria (Days of Glory) (1944), de Jacques Tourneur.
    * Las llaves del reino (The Keys of the Kingdom) (1944), de John M. Stahl.
    * El valle del destino (The Valley of Decision) (1945), de Tay Garnett.
    * Recuerda (Spellbound) (1945), de Alfred Hitchcock.
    * El despertar (The Yearling) (1946), de Clarence Brown.
    * Duelo al sol (Duel in the Sun) (1946), de King Vidor.
    * Pasión en la selva (The Macomber Affair) (1947), de Zoltan Korda.
    * La barrera invisible (Gentleman's Agreement) (1947), de Elia Kazan.
    * El proceso Paradine (The Paradine Case) (1947), de Alfred Hitchcock.
    * Cielo amarillo (Yellow Sky) (1948), de William A. Wellman.
    * El gran pecador (The Great Sinner) (1949), de Robert Siodmak.
    * Almas en la hoguera (Twelve O'Clock High) (1949), de Henry King.
    * El pistolero (The Gunfighter) (1950), de Henry King.
    * El hidalgo de los mares (Captain Horatio Hornblower R.N.) (1951), de Raoul Walsh.
    * Sólo el valiente (Only the Valiant) (1951), de Gordon Douglas.
    * David y Betsabé (David and Bathsheba) (1951), de Henry King.
    * Las nieves del Kilimanjaro (The Snows of Kilimanjaro) (1952), de Henry King.
    * El mundo en sus manos (The World in His Arms) (1952), de Raoul Walsh.
    * El millonario (The Million Pound Note) (1953), de Ronald Neame.
    * Vacaciones en Roma (Roman Holiday) (1953), de William Wyler.
    * Decisión a medianoche (Night People) (1954), de Nunnally Johnson.
    * Llanura roja (The Purple Plain) (1954), de Robert Parrish.
    * El hombre del traje gris (The Man in the Gray Flannel Suit) (1956), de Nunnally Johnson.
    * Moby Dick (Moby Dick) (1956), de John Huston.
    * Mi desconfiada esposa (Designing Woman) (1957), de Vincente Minnelli.
    * El vengador sin piedad (The Bravados) (1958), de Henry King.
    * Horizontes de grandeza (The Big Country) (1958), de William Wyler.
    * La cima de los héroes (Pork Chop Hill) (1959), de Lewis Milestone.
    * Días sin vida (Beloved Infidel) (1959), de Henry King.
    * La hora final (On the Beach) (1959), de Stanley Kramer.
    * Los cañones de Navarone (The Guns of Navarone) (1961), de J. Lee Thompson.
    * Cape Fear (Cape Fear) (1962), de J. Lee Thompson.
    * La conquista del Oeste (How the West Was Won) (1962), de George Marshall, Henry Hathaway, John Ford y Richard Thorpe.
    * Matar un ruiseñor (To Kill a Mockingbird) (1962), de Robert Mulligan.
    * Capitán Newman (Captain Newman, M.D.) (1963), de David Miller.
    * Behold a Pale Horse (1964), de Fred Zinnemann.
    * Espejismo (Mirage) (1965), de Edward Dmytryk.
    * Arabesco (Arabesque) (1966), de Stanley Donen.
    * La noche de los gigantes (The Stalking Moon) (1968), de Robert Mulligan.
    * El oro de Mackenna (Mackenna's Gold) (1969), de J. Lee Thompson.
    * La sombra del zar amarillo (The Chairman) (1969), de J. Lee Thompson.
    * Atrapados en el espacio (Marooned) (1969), de John Sturges.
    * Yo vigilo el camino (I Walk the Line) (1970), de John Frankenheimer.
    * Círculo de fuego (Shoot Out) (1971), de Henry Hathaway.
    * Billy dos sombreros (Billy Two Hats) (1974), de Ted Kotcheff.
    * La profecía (The Omen) (1976), de Richard Donner.
    * Mac Arthur, el general rebelde (MacArthur) (1977), de Joseph Sargent.
    * Los niños del Brasil (The Boys from Brazil) (1978),de Franklin J. Schaffner.
    * Lobos marinos (The Sea Wolves) (1980), de Andrew V. McLaglen.
    * Azules y grises ( The Blue and the Gray) (TV) (1982), de Andrew V. McLaglen
    * Escarlata y negro (The Scarlet and the Black) (TV) (1983), de Jerry London.
    * La voz del silencio (Amazing Grace and Chuck) (1987), de Mike Newell.
    * Gringo viejo (Old Gringo) (1989), de Luis Puenzo.
    * Con el dinero de los demás (Other People's Money) (1991), de Norman Jewison.
    * Cape Fear (El Cabo del Miedo) (1991), de Lee Heller.

 
1928
Muere en Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires) el escritor y periodista Roberto J. Payró, autor de "El casamiento de Laucha", "Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira", "Pago Chico", "Mar dulce" y el sainete "Mientraiga". Nació en Mercedes (provincia de Buenos Aires) el 19 de abril de 1867.

 
1992
Fujimorazo: el presidente peruano disuelve el Congreso y asume todos los poderes.

 
Santoral
San Vicente Ferrer
Religioso de la Orden de Predicadores (Dominicos), Sacerdote (siglo XV)
Significado: Victorioso, del Latín
Fiesta: 5 de Abril
Nacimiento: 1350. Valencia, España
Muerte: 1419. Vannes, Francia 
Fue canonizado el 3 de Junio de 1455 por Calixto III
 
     San Vicente Ferrer, presbítero de la Orden de Predicadores, que, de origen español, recorrió incansablemente ciudades y caminos de Occidente, solícito por la paz y la unidad de la Iglesia, predicando a pueblos innumerables el Evangelio de la penitencia y la venida del Señor, hasta que en Vannes, de la Bretaña Menor, en Francia, entregó su espíritu a Dios.
Vida y milagros de San Vicente Ferrer
Nació en 1350 en Valencia, España. Sus padres le inculcaron desde muy pequeñito una fervorosa devoción hacia Jesucristo y a la Virgen María y un gran amor por los pobres. Le encargaron repartir las cuantiosas limosnas que la familia acostumbraba a dar. Así lo fueron haciendo amar el dar ayudas a los necesitados. Lo enseñaron a hacer una mortificación cada viernes en recuerdo de la Pasión de Cristo, y cada sábado en honor de la Virgen Santísima. Estas costumbres las ejercitó durante toda su vida.
 
Se hizo religioso en la Comunidad de los Padres Dominicos y, por su gran inteligencia, a los 21 años ya era profesor de filosofía en la universidad.
 
Durante su juventud el demonio lo asaltó con violentas tentaciones y, además, como era extraordinariamente bien parecido, varias mujeres de dudosa conducta se enamoraron de él y como no les hizo caso a sus zalamerías, le inventaron terribles calumnias contra su buena fama. Todo esto lo fue haciendo fuerte para soportar las pruebas que le iban a llegar después.
 
Siendo un simple diácono lo enviaron a predicar a Barcelona. La ciudad estaba pasando por un período de hambre y los barcos portadores de alimentos no llegaban. Entonces Vicente en un sermón anunció una tarde que esa misma noche llegarían los barcos con los alimentos tan deseados. Al volver a su convento, el superior lo regañó por dedicarse a hacer profecías de cosas que él no podía estar seguro de que iban a suceder. Pero esa noche llegaron los barcos, y al día siguiente el pueblo se dirigió hacia el convento a aclamar a Vicente, el predicador. Los superiores tuvieron que trasladarlo a otra ciudad para evitar desórdenes.
 
Vicente estaba muy angustiado porque la Iglesia Católica estaba dividida entre dos Papas y había muchísima desunión. De tanto afán se enfermó y estuvo a punto de morir. Pero una noche se le apareció Nuestro Señor Jesucristo, acompañado de San Francisco y Santo Domingo de Guzmán y le dio la orden de dedicarse a predicar por ciudades, pueblos, campos y países. Y Vicente recuperó inmediatamente su salud
 
En adelante por 30 años, Vicente recorre el norte de España, y el sur de Francia, el norte de Italia, y el país de Suiza, predicando incansablemente, con enormes frutos espirituales.
 
Los primeros convertidos fueron judíos y moros. Dicen que convirtió más de 10.000 judíos y otros tantos musulmanes o moros en España. Y esto es admirable porque no hay gente más difícil de convertirse al catolicismo que un judío o un musulmán.
 
Las multitudes se apiñaban para escucharle, donde quiera que él llegaba. Tenía que predicar en campos abiertos porque las gentes no cabían en los templos. Su voz sonora, poderosa y llena de agradables matices y modulaciones y su pronunciación sumamente cuidadosa, permitían oírle y entenderle a más de una cuadra de distancia.
 
Sus sermones duraban casi siempre más de dos horas (un sermón suyo de las Siete Palabras en un Viernes Santo duró seis horas), pero los oyentes no se cansaban ni se aburrían porque sabía hablar con tal emoción y de temas tan propios para esas gentes, y con frases tan propias de la Sagrada Biblia, que a cada uno le parecía que el sermón había sido compuesto para él mismo en persona.
 
Antes de predicar rezaba por cinco o más horas para pedir a Dios la eficacia de la palabra, y conseguir que sus oyentes se transformaran al oírle. Dormía en el puro suelo, ayunaba frecuentemente y se trasladaba a pie de una ciudad a otra (los últimos años se enfermó de una pierna y se trasladaba cabalgando en un burrito).
 
En aquel tiempo había predicadores que lo que buscaban era agradar a los oídos y componían sermones rimbombantes que no convertían a nadie. En cambio a San Vicente lo que le interesaba no era lucirse sino convertir a los pecadores. Y su predicación conmovía hasta a los más fríos e indiferentes. Su poderosa voz llegaba hasta lo más profundo del alma. En pleno sermón se oían gritos de pecadores pidiendo perdón a Dios, y a cada rato caían personas desmayadas de tanta emoción. gentes que siempre habían odiado, hacían las paces y se abrazaban. Pecadores endurecidos en sus vicios pedían confesores. El santo tenía que llevar consigo una gran cantidad de sacerdotes para que confesaran a los penitentes arrepentidos. Hasta 15.000 personas se reunían en los campos abiertos, para oírle.
 
Después de sus predicaciones lo seguían dos grandes procesiones: una de hombres convertidos, rezando y llorando, alrededor de una imagen de Cristo Crucificado; y otra de mujeres alabando a Dios, alrededor de una imagen de la Santísima Virgen. Estos dos grupos lo acompañaban hasta el próximo pueblo a donde el santo iba a predicar, y allí le ayudaban a organizar aquella misión y con su buen ejemplo conmovían a los demás.
 
Como la gente se lanzaba hacia él para tocarlo y quitarle pedacitos de su hábito para llevarlos como reliquias, tenía que pasar por entre las multitudes, rodeado de un grupo de hombres encerrándolo y protegiéndolo entre maderos y tablas. El santo pasaba saludando a todos con su sonrisa franca y su mirada penetrante que llegaba hasta el alma.
 
Las gentes se quedaban admiradas al ver que después de sus predicaciones se disminuían enormemente las borracheras y la costumbre de hablar cosas malas, y las mujeres dejaban ciertas modas escandalosas o adornos que demostraban demasiada vanidad y gusto de aparecer. Y hay un dato curioso: siendo tan fuerte su modo de predicar y atacando tan duramente al pecado y al vicio, sin embargo las muchedumbres le escuchaban con gusto porque notaban el gran provecho que obtenían al oírle sus sermones.
 
Vicente fustigaba sin miedo las malas costumbres, que son la causa de tantos males. Invitaba incesantemente a recibir los santos sacramentos de la confesión y de la comunión. Hablaba de la sublimidad de la Santa Misa. Insistía en la grave obligación de cumplir el mandamiento de Santificar las fiestas. Insistía en la gravedad del pecado, en la proximidad de la muerte, en la severidad del Juicio de Dios, y del cielo y del infierno que nos esperan. Y lo hacía con tanta emoción que frecuentemente tenía que suspender por varios minutos su sermón porque el griterío del pueblo pidiendo perdón a Dios, era inmenso.
 
Pero el tema en que más insistía este santo predicador era el Juicio de Dios que espera a todo pecador. La gente lo llamaba "El ángel del Apocalipsis", porque continuamente recordaba a las gentes lo que el libro del Apocalipsis enseña acerca del Juicio Final que nos espera a todos. El repetía sin cansarse aquel aviso de Jesús: "He aquí que vengo, y traigo conmigo mi salario. Y le daré a cada uno según hayan sido sus obras" (Apocalipsis 22,12). Hasta los más empecatados y alejados de la religión se conmovían al oírle anunciar el Juicio Final, donde "Los que han hecho el bien, irán a la gloria eterna y los que se decidieron a hacer el mal, irán a la eterna condenación" (San Juan 5, 29).
 
Los milagros acompañaron a San Vicente en toda su predicación. Y uno de ellos era el hacerse entender en otros idiomas, siendo que él solamente hablaba su lengua materna y el latín. Y sucedía frecuentemente que las gentes de otros países le entendían perfectamente como si les estuviera hablando en su propio idioma. Era como la repetición del milagro que sucedió en Jerusalén el día de Pentecostés, cuando al llegar el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, las gentes de 18 países escuchaban a los apóstoles cada uno en su propio idioma, siendo que ellos solamente les hablaban en el idioma de Israel.
 
San Vicente se mantuvo humilde a pesar de la enorme fama y de la gran popularidad que le acompañaban, y de las muchas alabanzas que le daban en todas partes. Decía que su vida no había sido sino una cadena interminable de pecados. Repetía: "Mi cuerpo y mi alma no son sino una pura llaga de pecados. Todo en mí tiene la fetidez de mis culpas". Así son los santos. Grandes ante la gente de la tierra pero se sienten muy pequeñitos ante la presencia de Dios que todo lo sabe.
 
Los últimos años, ya lleno de enfermedades, lo tenían que ayudar a subir al sitio donde iba a predicar. Pero apenas empezaba la predicación se transformaba, se le olvidaban sus enfermedades y predicaba con el fervor y la emoción de sus primeros años. Era como un milagro. Durante el sermón no parecía viejo ni enfermo sino lleno de juventud y de entusiasmo. Y su entusiasmo era contagioso. Murió en plena actividad misionera, el Miércoles de Ceniza, 5 de abril del año 1419. Fueron tantos sus milagros y tan grande su fama, que el Papa lo declaró santo a los 36 años de haber muerto, en 1455.
 
El santo regalaba a las señoras que peleaban mucho con su marido, un frasquito con agua bendita y les recomendaba: "Cuando su esposo empiece a insultarle, échese un poco de esta agua a la boca y no se la pase mientras el otro no deje de ofenderla". Y esta famosa "agua de Fray Vicente" producía efectos maravillosos porque como la mujer no le podía contestar al marido, no había peleas. Ojalá que en muchos de nuestros hogares se volviera a esta bella costumbre de callar mientras el otro ofende. Porque lo que produce la pelea no es la palabra ofensiva que se oye, si no la palabra ofensiva que se responde.
 

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